Pienso que la vida se compone de una única meta: LA FELICIDAD.
A ella se llega a través de un largo camino de rosas y nosotros somos los encargados de ''adornarlo'' con espinas para dificultar la llegada a la meta...
¿Por qué nos empeñamos en ver lo invisible y en pintar lo blanco de negro?
¿Por qué no nos limitamos a cruzar este largo camino centrándonos, únicamente, en retirar las piedrecitas que nos dificultan el paso?
Creo que no existe persona capaz de andar, a lo largo de su vida, sin tropezar con esas piedras, a veces pesadas...
Y no una sóla vez, sino que caemos y, cuando aún estamos luchando por mantener el equilibrio, volvemos a pisar de forma errónea desvaneciéndonos en el camino... Una vez en el suelo, esperamos la presencia de esa mano amiga que se tiende frente a nuestros incrédulos ojos y nos dice: ''Tranquil@, estoy aquí...''
Es posible que haya quienes se queden toda la vida tirados en medio de su particular carrera hacia la felicidad, sin contar con ese gran apoyo.
Pero también es posible que haya quienes se tapen los ojos para no ver esa ayuda...
En ocasiones, cuando el camino se vuelve estrecho e impide que los rayos del sol nos alumbren, nuestra mente se obsesiona con rechazar a las personas que nos tienden su mano para levantarnos..
Al final, cuando todo está a punto de acabar, recordamos nuestro pasado y nos paramos a pensar... ''¿Por qué lo hice?''
Le damos valor a lo que no lo merece, damos confianza al que nos traiciona y rechazamos el cariño de quienes nos apoyan...
Es tan triste pensar que sólo estamos aquí para sufrir...peleas, discusiones, orgullo, rencor, odio...
¿Para qué sirve todo eso? ¿De verdad nos gusta que el único camino que nos lleva a la felicidad, es decir, la vida, esté lleno de cosas tan negativas?
Quizás, antes de hablar y actuar de forma equivocada haya que esperar, contar hasta diez, pensar y, al fin, actuar..
¿Es correcto lo que has hecho? ¿Sí? ¡Enhorabuena!... // ¿Te has equivocado? No importa, pide perdón y empieza de nuevo..
Seguro que ahora estás un paso más cerca de alcanzar tu felicidad...
A ella se llega a través de un largo camino de rosas y nosotros somos los encargados de ''adornarlo'' con espinas para dificultar la llegada a la meta...
¿Por qué nos empeñamos en ver lo invisible y en pintar lo blanco de negro?
¿Por qué no nos limitamos a cruzar este largo camino centrándonos, únicamente, en retirar las piedrecitas que nos dificultan el paso?
Creo que no existe persona capaz de andar, a lo largo de su vida, sin tropezar con esas piedras, a veces pesadas...
Y no una sóla vez, sino que caemos y, cuando aún estamos luchando por mantener el equilibrio, volvemos a pisar de forma errónea desvaneciéndonos en el camino... Una vez en el suelo, esperamos la presencia de esa mano amiga que se tiende frente a nuestros incrédulos ojos y nos dice: ''Tranquil@, estoy aquí...''
Es posible que haya quienes se queden toda la vida tirados en medio de su particular carrera hacia la felicidad, sin contar con ese gran apoyo.
Pero también es posible que haya quienes se tapen los ojos para no ver esa ayuda...
En ocasiones, cuando el camino se vuelve estrecho e impide que los rayos del sol nos alumbren, nuestra mente se obsesiona con rechazar a las personas que nos tienden su mano para levantarnos..
Al final, cuando todo está a punto de acabar, recordamos nuestro pasado y nos paramos a pensar... ''¿Por qué lo hice?''
Le damos valor a lo que no lo merece, damos confianza al que nos traiciona y rechazamos el cariño de quienes nos apoyan...
Es tan triste pensar que sólo estamos aquí para sufrir...peleas, discusiones, orgullo, rencor, odio...
¿Para qué sirve todo eso? ¿De verdad nos gusta que el único camino que nos lleva a la felicidad, es decir, la vida, esté lleno de cosas tan negativas?
Quizás, antes de hablar y actuar de forma equivocada haya que esperar, contar hasta diez, pensar y, al fin, actuar..
¿Es correcto lo que has hecho? ¿Sí? ¡Enhorabuena!... // ¿Te has equivocado? No importa, pide perdón y empieza de nuevo..
Seguro que ahora estás un paso más cerca de alcanzar tu felicidad...
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